Energía que se respira, energía que puede encontrarse al pasar frente a una tumba, al pasar frente al palacio, o al pararse en la plaza prinicipal.
Pero lo mágico de este lugar es que la energía está en el aire; cualquier cosa que se cruza ante uno, tiene algo especial.
Hoy todo es armonía en el lugar, pero no siempre fue así. Hoy Monte Albán provoca sensaciones de una magnitud inconmensurable, y sólo reconstruir la historia por un momento pisando esta tierra trabajada por zapotecas, simplemente, llena el alma.